Cuando hablamos de produccion orgánica, debemos hablar de consumo responsable, de cuidar nuestra salud, nuestro ambiente y nuestro entorno, y de construir el mundo que queremos dejarle a nuestros hijos. No se trata unicamente de no utilizar ningún producto químico elaborado artificalmente para alimentar y cuidar la salud de nuestras plantas y animales. Se trata también de utilizar los recursos que tenemos al alcance de la mano, disminuyendo al máximo la necesidad de incorporar energía desde el exterior del sistema (abonos, combustibles, etc).
Todo aquello que extraemos de la tierra, debe volver a ella. Las hojas, frutos, y ramas se convienten en compost y humus que nutrirá el suelo en forma equilibrada, para brindar posteriormente excelentes productos, que crecen y maduran en su tiempo justo, respetando los ciclos de la madre naturaleza y concentrando sabores, colores y aromas que creíamos extinguidos, permitiéndonos asi disfrutar de nuestros alimentos como lo hacian nuestros abuelos.
Nuestros mejores guardianes son pequeños insectos, bacterias y hongos que mantienen controladas a las poblaciones que provocan daños a las plantas y animales. Nosotros colaboramos con ellos observando permanentemente como se compone nuestro ecosistema productivo.
El consumidor que opta por estos productos, tanto frescos como elaborados, no solo elige salud, placer y bienestar, elige tambien apoyar y dignificar el trabajo de pequeños productores locales, a la vez que aporta su granito de arena concientizando a sus pares y promocionando la construcción de un mundo mejor.
Fuente: organicsa
Archivado en: Otros Tagged: agricultura, alimentos, conciencia, producción, producción orgánica
